¡He vuelto!!!! Que ya os creáis que beb sweet había desaparecido ¿verdad? Nooo, no he sido victima de un ataque de alergia primaveral fulminante, ni he pasado unos días en la selva colombiana con un periodista francés, ni nada parecido, gracias a car (otro día os contaré porqué dios para mi es car). El caso es que he tenido un colapso informático que se ha convertido en una larga travesía para mi ordenador que ha ido y vuelto a Portugal para ser reparado dejándome desamparada sin disco duro siquiera para poder trabajar en otro sitio. Lección aprendida, actualizar back-up cada semana. Esto, unido al aluvión de tartas de comunión, me ha tenido en un dique seco de comunicación con el mundo que al fin acabó.
Así que no se ni por donde empezar… como ya he dicho mi primavera ha estado repleta de pedidos afortunadamente, que tengo muchas ganas de enseñaros. Bueno, pues como dijo aquel señor, que los últimos serán los primeros, voy a empezar poniendo el último trabajo que he hecho para una comunión. Una mesa dulce con galletas, chuches y esta preciosa tarta para la princesita Claudia.
Su mami, mi súper profe de baile Lourdes, me pidió algo femenino, rosa y lila y de tema princesas que es lo que más le gusta a ella. Así que le preparé esta tarta con coronita, mi favorita, bizcocho de chocolate blanco con relleno de dulce de leche y almíbar de sirope de arce.
La tarta no me resultó demasiado compleja de hacer aunque tuve que variar el diseño inicial, que llevaba un cojín rectangular porque los picos se salían de la base y quedaba un poco desproporcionado. Con buena maña cuchillera convertí el plano bizcocho rectangular en uno ovalado y todo solucionado.
La corona, para mis lectoras fondaneras os cuento que la hice forrando de papel un cazo boca abajo.
Preparé una pasta de modelar con CMC y al hacerla alrededor secó con la forma deseada. Y para trasladar luego a la tarta me ayudé con el levanta tartas de Wilton que creí era un compra pelín tonta pero cuantos cables me ha echado ya.
Y bueno, para añadir más rosa al conjunto, preparé unas galletas de mantequilla, vainilla y canela con motivo religioso, y muchas chuches a juego.
Mi abuela fue la encarga de ayudarme a preparar el mantel y todas las lazadas de rafia blanca con flores, muchas gracias Yaya por tu ayuda.
Sé que quedaron encantadas con el resultado, con lo cual, felicidad absoluta para todos. Espero que os gusten las fotos y bueno, vuelvo prontito, prometido. Besitos dulces.
Tartas fondant Cádiz
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